Todo está lejos. Todo es una copia, de una copia, de una copia.

martes, febrero 19, 2008

Las causas de Dostoievski



¿La casualidad? Hablemos de casualidades y causalidades. Antes de ser deportado a Siberia a mediados del siglo XIX un tipo llamado Fiódor Mijailóvich, un buen escritor racionalista utópico materialista, que sólo sabía producir escritos racionalistas utópicos materialistas, estuvo en el patíbulo, a la espera de la orden de "fuego". Poco antes que la mano del sargendo de batallón bajara, se le comunica que su pena ha sido reducida a una estancia en Siberia. Este hecho, lleno de causas y consecuencias, cambió su vida para siempre, luego de estar en Siberia escribe Memorias del Subsuelo, tan sólo un preludio del destape que vendrá luego, donde nos inunda con obras maestras una tras otra, en total cuatro: Crimen y Castigo, El idiota, Los endemoniados y Los hermanos Karamasov, la más grande de todas y más grande aún por estar inconclusa, pues muere antes de poder escribir la segunda parte que, según el narrador, es la principal de las dos.

¿Qué habría pasado si ese día muere en el patíbulo?¿Qué habría pasado si jamás es deportado a Siberia, o si jamás hubiera sido arrestado, o si jamás hubiera nacido? ¿Qué habría pasado si Eva no se come la Manzana, si el mono no baja de los árboles y se para en dos patas, si , si, si, si.............?

Las cosas son porque son, razonamientos como el que he hecho sobre la carrera de Dostoievski son los que se eligen al momento de hacer historia de alcances escolares, y claro, son muy interesantes y hasta entretenidos como ejercicios, pero sólo como eso. Los acontecimientos ocurren porque las consecuencias son necesarias. Por algún u otro motivo siempre son necesarias. Todo ocurre para algo, y no precisamente "por" algo.
Aunque debo confesar que este razonamiento no es mío, es muy, pero muy antiguo... aunque poco esperanzador, porque siempre es mejor pensar que las cosas podrían haber sido mejores si esto o aquello hubiera ocurrido.

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domingo, febrero 03, 2008

Retomazos

Retomar un blog, después de casi un año, parece una causa perdida. Ni siquiera creía en la posibilidad de que este espacio aún existiera. Pero la necesidad de decir es tan fuerte como la de hacer. LA CATARSIS ES NECESARIA, aunque suene a locus amoenus. Decir más allá de lo que pueda estar diciendo en una novela que crece como un monstruo, como un íncubo alquimistico que se sale de las manos al punto que no sé si yo la escribo por voluntad u obligado por las cirscunstancias de los personajes (que ya no son mis personajes porque hace rato que ni siquiera sé lo que piensan). Es necesario decir sin un editor, decir sin decir lo que otros quieren que se diga. Por eso retomo este blog, ya no como una forma de comunicar, sino, simplemente de decir... la estupidez que sea.

viernes, marzo 30, 2007

Amarrete



Es eso entonces, te dije que fueramos al cine, estaba dos por uno, pero no, insististe en que tenías mucha hambre, que nunca te llevaba a comer. "Amarrete", me dijiste guiñando ambos ojos, no puedo resistir esa sonrisa velada. Y ahora estamos acá en la posta, intoxicados con la mayonesa del completo callejero.

viernes, septiembre 29, 2006

HISTORIAS DE MI MICRO: Cap 1.- Finita la vieja!!!



Cuando subimos a la micro no me percaté del perro. Juro que no lo ví. Sólo cuando ya habíamos avanzado un par de cuadras puse atención en una mata de pelos que olisqueaba los asientos. Era bastante feo el quiltro, tenía las patas cortas, demasiado pelo para tan poco pellejo y orejas caídas. Una cadena lo unía a su ama: una mujer entrada en kilos, de buzo y con un estrafalario teñido miraba a su perro con orgullo.
Hasta ahí, fuera de lo raro de ver un perro en la micro, todo parecía en calma, pero una mala ocurrencia del can (lamer y mordisquear el pantalón de un viejo con cara de parroquiano de quinta de recreo) desató la tormenta.
- ¡Quite a su perro!- la dueña no hace caso
-¡Saca la porquería de perro!- se ofusca el parroquiano.
- ¡Qué tenís con el perro gil culiao!- contesta desafiente la señora.
- ¡No veís que me rompe el pantalón la cagá!
- ¡Tremenda hueá tu cagá e pantalón! ¡No te metai con el perro que vale más que vos culiao!
- A ver, a ver qué pasa ahí- lo que faltaba, se metió el micrero
- Agradece que te dejé subir al perro, si hacís problemas te bajai no más!
- ¡Y qué te metís vos ahueonao! te pagué la cagá e pasaje así que no me bajo ni cagando- la vieja ya estaba de pie a punto de pegarle al micrero.
- ¡Te vai a bajar no más!- el micrero frenó la micro.
- No me bajo, te pagué el pasaje, y si me bajai a la fuerza llamó a los pacos y te cago.

La discusión siguió por varias cuadras ante las risas de los demás pasajeros. El micrero ya no dice nada, el parroquiano menos, solo la dueña del perro sigue su letanía.
- Ahueonaos. El perro vale más que toda esta pila de hueones. Micrero maricón. Demás que este culiao te lo pone y por eso lo defendís tanto!!
- Ya para- le dice el parroquiano.
- Callaté gil culiao, el perro vale más que vos- el micrero para de nuevo.
- Ya, me cabreaste, bájate de la micro!!
- Ya!, me bajo e tu cagá e micro, más charcha tu hueá, te la compro cuando querai. ¿Qué tanto color le ponís maricón culiao?- Cuando pasaba delante del parroquiano se detiene y no se baja. - Y a vos ¿de cuando te está culiando el micrero? ¿Erís antiperro maricón culiao? ¿Erís antiperro?
- ¡Bajate vieja e mierda!- le dice un vendedor de maní que subió un poco antes.
- ¿Y a vos quién te dio maní gil culiao? ¿Qué te metís onde no te llaman mono culiao?- de un manotazo le boto varias bolsas de maní. Entonces se meten los demás pasajeros.-Bájate!, Bájate vieja!, Bájate que pierdo el bus!,etc.-al final cuando se produce un segundo de silencio- ¡Bájate Chuqui!- Carcajada general.
Por fin se decide a bajar - Chao!- alcanza a gritar un pasajero, las carcajadas siguen por varias cuadras.
- ¡Finita la vieja, ta peor que mi suegra!- remata el manicero secándose una lágrima de risa.

Esta es una nueva sección conhistorias verídicas de mi micro. Pero por cuestión de tiempo no volveré al blog hasta diciembre, cuando haya entregado mi tesis. Nos vemos.

miércoles, agosto 23, 2006

Casi nunca el cielo es negro en las noches de Santiago.



Anoche Violeta tocaba el clarinete.
Anoche Violeta tocaba a Clara Nieto.
Ellas,
en la noche violeta tocan el clarinete (aunque no sólo eso).
Aveces también tocan en la noche azul, verde, roja o tornasoleada (nunca en las pocas noches negras) de Santiago.

lunes, agosto 07, 2006

Sobre poesía


Nunca he sido un gran lector de poesía. Por lo que estudio debería serlo, lo sé, pero siempre he considerado que la poesía requiere un lector atento y con tiempo, y a mi me cuesta llenar mis ratos de ocio con poesía. Hay autores que he leído y disfrutado con placer, como Baudelaire, Rimbaud, Apollinaire, Kavafis, Wilde, Lihn, Rilke, algo de Quevedo, algo de Safo, algo de Petrarca, y algunos cuantos que se borraron con el genocidio de mis neuronas, pero siempre pocos, insuficientes, y bajo un falso prisma de estudioso. Sin embargo desde hace un tiempo estoy leyendo poesía como un poseso, me he dado el tiempo de, como decía Borges "saborear cada palabra por sí misma", yo diría más bien lamer cada palabra, hacerle el amor a cada palabra. Se debe dejar aquel vicio de buscarle significado a la poesía, de querer entender lo que dice, de querer interpretar, sólo se debe disfrutar, la poesía es meramente estética, hermosamente estética (lo siento por los nerudianos y los poetas de panfleto), no debe tener otro fin, por lo menos para el lector. Se nos enseñó durante años, con rigor, a entender las figuras literarias, a buscarle un significado profundo y oculto a cada palabra de un poema, etc. y con eso nos mataron el deleite estético, transformaron la poesía en un monstruo de conocimiento y significado que sólo con una base teórica rigurosa era posible dominar. Les digo ahora mi nueva declaración de principios literarios, la literatura en general, y sobre todo la poesía, debe ser primero DISFRUTADA, después, si quieres, te das la paja de interpretar (lo cual es parte de mi pega, sólo eso), ME CAGO en todo lo que aprendí en castellano.
La poesía se debe leer SIEMPRE en su idioma original, es algo de lo que he dado fe en estos meses, aunque sea un idioma que no domines, basta con saber la pronunciación y conseguir poemas bilingües, si no es mejor leer sólo en español. Hay que conocer a Kavafis, Safo en griego, a Rilke, Goethe en alemán, a Petrarca, Dante en italiano, a Rimbaud, Baudelaire, Apollinaire, etc, etc, en francés, a Coleridge, Wordsworth, Wilde, Byron, Poe, etc, etc, etc, en inglés, y de nuevo etc. Ahora estoy dándole un tiempo a Coleridge y Wordsworth y sus estupendas "Baladas Líricas", entre las miles de cosas que tengo para leer en la universidad.
Siento que por fin he descubierto la poesía tal como la relataban los grandes, por fin entiendo la pasión de Borges al hablar de Wordsworth o Rilke, la de Dante al hablar de Virgilio, la de Cervantes al hablar de Garcilaso, etc. Recién he descubierto la poesía, es raro cuando mi gran pasión siempre ha sido la literatura, pero es cierto, recien la he descubierto y aun no descubro nada.

miércoles, julio 12, 2006

Ejercicios de paranoia



¿Donde lo he visto? El tipo avanzaba con mirada amenazante. Vuelvo la cara, evito mirarlo, camino en dirección contraria, cruzo la calle. Sentí que me seguía, aceleré el paso. De reojo lo vi acelerar. El calor me sofocaba pero el sudor era frío. Me imagine en el noticiario central: "asesinato en pleno centro, un joven a la salida del cine fue acuchillado por el conocido criminal..." Dí la vuelta en la esquina casi corriendo y entré en una tienda llena de gente. Por fin, parece que lo perdí... una mano me toma del brazo con fuerza, mi vida en un segundo, empuño las manos y mi cuerpo se tensa, pelearé hasta el final, no se va a ir limpio... "Uf, por fin lo alcanzo, ¿Desea obtener la tarjeta Ripley?"

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martes, junio 20, 2006

No puedo escribir nada, nada de nada.


Siento la cara adormecida por el frío. Cierro un poco más mi chaqueta y busco un cigarro en el bolsillo, la cajetilla vacía se arruga en mi mano mientras sigo caminando por las hojas que ya cubren Pedro de Valdivia. Una idea ronda mi cabeza. Sé que una copa de tinto elixir espera en mi pieza. Sé que mi computador ya estará prendido, "word con fondo negro y letras blancas". Siento que mis dedos pican por escribir y que mi cabeza exige desinflarse de ideas. Así que me siento y escribo, me libro por un rato, pero aun son sólo confusiones las que se me escapan por la punta de los dedos. Dejo todo de lado, prefiero poner la música a full y abrir la ventana, dejar que el frío entre y que el viento se lleve todo por un rato. Ah!! ahora sí, acostado en la cama, sin hacer nada... me duermo.

lunes, mayo 22, 2006

Podría jugar a que sé algo que todos quieren saber. A que sé un gran secreto que no debería saber, y, quizás, pero sólo quizás, termine por saberlo realmente, o simplemente termine por creer su inefable e improbable veracidad. Tal vez sólo entonces descubra lo que atormenta mis pensamientos, lo que mueve mi voraz curiosidad, lo que nunca quiero descubrir.

viernes, mayo 05, 2006

La tarde de los muertos vivientes (buajaja)



Las nubes amenazaban con soltar el agua en cualquier momento. De todos modos el ataud estaba bien barnizado, no había peligro que se estropeara por un nubarrón. Además don Adelmar no tenía nada parecido a un toldo para el camión (el último lo había cambiado por un jarro de chicha), tampoco tenía cuerdas para amarrar la funesta carga (nunca las tuvo, pero de haberlas tenido también serían chicha). Se hacía tarde, el finado ya debe estar listo, maquillado y de traje dominguero, así que apura el ultimo vaso de pipeño y sale a encender al Eclundio (el camión).
- ¡Apúrate Pata Bendita!- le grita entre el ruido del motor al mocito que lo ayudaba - ¿Qué tanto hacís ahí dentro?! ¡Sube luego que tienes que ir afirmando el cajón!

Inacio apareció corriendo lo más rápido que podía con su pata de palo, subiéndose los pantalones y dando un portazo a la letrina. Subió con habilidad a la carrocería, dándose impulso con la pierna buena (la otra la había perdido al caer borracho del caballo), y se sentó sobre el cajón.
- ¡Agarra bien el terno e' palo que nos vamos!

Y el camión partió entre quejidos, resoplidos y saltos camioníferos dejando la polvadera atrás. El viaje era largo, por lo menos dos horas, había que rodear el fundo grande, después salir un rato a la carretera para luego entrar de nuevo a un camino de tierra rodeado de alamos. Inacio aprovechó el viaje y sacó de la casaca una petaca de pisco, apuró dos tragos y encendió un cigarro. Pensaba en la desgracia de haber perdido su pierna, y en todo lo que ya no podía hacer. Le tenía cariño al viejo Adelmar, fue el único que le tendió la mano después del accidente, pero era un viejo gagá y malas pulgas, además le pagaba solo lo justo para no morir de hambre. En esto estaba mientras veía cómo el humo se disolvía en el aire, entonces sintió una gota el la cara, luego otra, y luego el aguacero. Comenzó a golpear el techo de Eclundio.
- ¡Ejeme entrare on Adelmar!
- ¡Tienes que afirmare el cajón! Es cara la hueá asi que no se nos puee caere!
- ¡Pero es que se caga lloviendo!
- ¡Ta maire, si tanto asco le tenís al agua métete al cajón! ¡Ta barnizao asi que no se pasa!

No le pareció tan buena idea, podía ser mala suerte meterse vivo a un ataud, pero en fin, llovía mucho. Tomó otro trago de pisco, se persignó un par de veces y se metio al cajón. Adentro estaba mullido, mucho más cómodo de lo que parecía, así que no tardó en amodorrarse y quedarse dormido. Así que no se dió cuenta de cuándo paró la lluvia. El camión seguía apenas por los caminos que ahora eran barro, ya no quedaba mucho y por la huella apareció un grupo de ancianas que iban al velorio de don Gumersindo.
- ¡Suban rápido iñoras que voy atrasao!- dijo don Adelmar parando el camión y asomando la cabeza- ¡acá elante entran dos no más, el resto atrás!

Las venerables subieron y se acomodaron alrededor del cajón comentando los sucesos, "estaba enfermo Gumersindo, mejor que descanse", "pero tan joven que era", suspiros, lamentaciones, en fin, a una de las veteranas se le ocurrió golpetear el cajón quizás para probar su firmeza. Fue entonces cuando Inacio despertó y asustado por los suspiros y el golpeteo abrió el cajón de golpe y sin aviso.

Cuando asomo medio cuerpo no vio a nadie, por un momento pensó que le habían penado por dormir en un ataud, pero luego vio extrañado el desparramo de ancianas entre las moras y quilas. Del susto las veteranas habían saltado camión abajo.

miércoles, abril 12, 2006

Vacío II (encuentro)



La calle estaba escasamente iluminada. Aún así pudo distinguirla en la acera de enfrente. Iba con una amiga. Vestía unos jeans y un sweater blanco que resaltaba su tez morena y su pelo suelto que caía por su espalda. Latidos acelerados inundaron su pecho y retuvo la respiración el segundo justo en que, ambos en distintas aceras, se cruzaron. Dudó, pero algo más fuerte que la voluntad hizo que la siguiera. La miraba de espaldas, ¿cómo alcanzarla?, ¿qué decirle después de tanto tiempo?. Sin voluntad la siguió, y sin voluntad cruzó la calle unos metros delante de ella. Ella no lo había visto, pero en cuanto cruzó y le dio la espalda sintió tras sí su mirada de sorpresa, incluso de desagrado. No se atrevió a dar la vuelta y verle la cara, la determinación de no buscarla más volvió a tomar fuerzas, pero la lucha era intensa. Se detuvo en la esquina, volvió sobre sus talones y alcanzó a verla cruzar la calle y doblar hacia su casa. Se sintió un imbécil, un loco que hacía estupideces, si ya la había seguido todas esas cuadras ¿por qué no le había hablado?. Había perdido su oportunidad, esa que inconcientemente había buscado desde aquel día del cine. Encendió un cigarrillo y con desesperación volvió a su casa.
Ella estaba feliz, había sido un buen día y ahora se venía un gran carrete. Caminaba con una amiga hacía su casa, tomarían once, se cambiaría de ropa, saldrían y se encontrarían con aquel chico guapo de la universidad, al que siempre miraba en clases y por fin había invitado a salir. Entonces, un par de cuadras antes de llegar vio que alguien cruzaba la calle delante de ella, era un fantasma de su pasado. ¿Qué cresta hacía acá?, de más que la había visto y se atravesó para mostrarse, ¿Qué se cree?. Lo miró inquieta, esperando que no se dé la vuelta. Caminaba delante de ella, sintió nervios de pensar en hablarle, entonces tomó del brazo a su amiga y cruzaron la calle. Él la miró, alcanzó a darse cuenta de ello, pero ya escapaba hacía su casa. No quería volver a verlo, no sabía si sus convicciones estaban bien reafirmadas y no estaba dispuesta a caer nuevamente. Una especie de nervioso desagrado lleno de dudas vino a nublar el resto del día. Por un tiempo nada fue lo mismo.

miércoles, abril 05, 2006

Nunca debimos bajar de los árboles



Estaba revisando noticias medioambientales. No soy un fanático ambientalista, ni siquiera soy vegetariano, pero cuando veo la matanza de focas en Canadá, la matanza de ballenas, la pesca de arrastre, la inundación (gracias a Ralco, te queremos Endesa y la &%$###"%) del Bío-bío, el fatídico proyecto de embalsar el Baker (otra vez Endesa, hasta cuando), la depredación brutal del amazonas, y un infinito etc. tiendo a pensar que definitivamente somos la especie más detestable e imbécil que alguna vez haya pasado por la Tierra. Lo mejor que le podría haber pasado al planeta es que nunca hubiéramos evolucionado del mono, y tal vez hasta seríamos más felices colgando de las lianas. Si alguien (por convención llamémosle Dios) ideó un plan de todo esto, es un plan bastante idiota, o por lo menos ocioso, porque, darse la paja de crear algo que demoró millones de años en desarrollarse para después entregarselo a unos simios sin pelo para que en un par de miles de años lo hagan pebre es, por lo bajo, una tontería. Además somos unos simios incapaces de adaptarnos al medio ambiente por lo que modificamos todo a nuestra conveniencia, dejando con ello la embarrada donde ponemos una mano, desequilibrando el ecosistema, desapareciendo especies completas de la faz de la Tierra, metiendo animales en jaulas para mirarlos porque somos copuchentos (¡que interesan los hábitos sexuales de la comadreja checoslovaca! déjenla tirar en paz!) y si no les enseñamos avergonzantes trucos humanoides y tenemos delfines, focas y orcas encerrados en picinas saludando y tirando agua a un montón de pendejos que lo único que saben es decir ooohh!, en fin, y lo peor de todo es que ni siquiera somos todo lo felices que quisiéramos. Hemos construido sociedades y sistemas, todo con el propósito de facilitarnos la vida, y lo único que conseguimos es complicarla. Pero eso sí un día de estos se van a vengar, todos se van a vengar, ¡acabo de mundo mijita!, se van a desbordar las represas, la selva va a destruir las máquinas, nos van a encerrar en jaulas, las focas nos van a apalear y las ballenas a arponear, y entonces tendremos que volver a colgarnos de las lianas a poto pelado y comernos los piojos entre nosotros. Pero ni siquiera va a ser necesario que se cumpla esta apocalíptica visión, porque somos tan imbéciles que nos vamos a terminar matando entre nosotros, y junto con eso nos llevaremos a todo el planeta al infierno, pagará el error de dejarnos evolucionar.

miércoles, marzo 22, 2006

Vacío


El calor es aplastante. Se palpa el sudor de las sienes y piensa que se derrite tal como el Chocolito que baña sus dedos con chocolate. Termina el helado y se limpia con el pasto. "No es una buena hora" piensa mientras observa como la gente camina atontada por el sol. "Por lo menos tengo este árbol" dice entre dientes mirando con desconfianza las pocas ramas sobre su cabeza.
- Hola, me atrasé un poco- tenía la perfecta sonrisa de siempre, pero él ya no se dejaba engañar por esos trucos, veía la sombra que oscurecía su rostro más de lo que el árbol permitía.
- No importa, acabo de llegar- mintió.
- Bueno, ¿vamos?

Se levantó con dificultad, se acercó para saludarla optando por el siempre adecuado beso en la mejilla. Caminaron por el parque, compraron bebidas y se sentaron bajo un árbol que parecía frondoso, ella hablaba por hablar, por rellenar el espacio, él la escuchaba simulando interés. Ella hablaba de su carrera, de los problemas con sus viejos, de su pega, etc.
La escuchaba despotricar, más por elegancia que por convicción, contra el consumismo y la sociedad individualista mientras pensaba en las veces que la había visto gastar cien lucas en cds, o en su closet lleno de ropa, usada, pero ropa al fin, o en como había prejuzgado a todos sus amigos tildándolos de borrachos inadaptados "incapaces de jugársela de verdad por algo" había dicho con tono de superioridad, jaja, como si ella alguna vez hubiera hecho algo realmente importante. Después ella le habló de su "estoy muy convencida que no existe" ateísmo, pero él recordaba que un día no lo acompañó a carretear porque su vieja quería que la acompañara a la vigilia del Padre Hurtado. Después le habló de Glaubert Rocha, jajaja, lo mismo que él había leido en una revista "alternativadedistribucióngratuita". Él la escuchaba y la miraba incrédulo, definitivamente en dos meses pasan muchas cosas, antes le encantaba conversar con ella, ahora la encontraba patética.
- ¿Vamos al cine?- dijo de la nada "Ahí vas a tener que quedarte callada" pensó en seguida.
- Bueno, quiero ir a ver Capote- respondió con indiferencia. "No me toma en serio ¿qué hago perdiendo mi tiempo con este loser?" pensó ella.

"Este hueón cree que soy una inconsistente, me escucha con cara de atención mientras se caga de la risa de mí. Apuesto que cuando le hablé del consumismo estaba pensado en lo que gasto en cds y ropa, no entiende nada. Le gusta pararse en su papel de inadaptado y no hacer nada por nada. Hace un año que salimos y nos acostamos, pero jamás ha tenido una palabra de cariño para mí. Y ahora, después de no vernos dos meses me saluda con un beso en la mejilla el muy maricón" Todo esto y mucho más pensaba ella mientras veían la película. Entonces, sin decir nada, lo miró con odio y él le sonrió con sorna. "Permiso, me voy" masculló ella entre dientes. Él sólo levantó los hombros.
Salió del cine y tomó el primer taxi, lloraba de rabia mientras se internaba en el vacío. Lo amaba.
Cuando él salió del cine se encontró una calle vacía "esta mina nunca entendió nada" pensó. Caminó sin rumbo un rato, era de noche, pero hacía más calor que en la tarde, estaba seriamente podrido, abrumado por las cirscunstancias, sin saber por qué tomó su celular y la llamó. Pero tenía, otra vez, el vacío delante de sí.

miércoles, marzo 15, 2006

Adios al pucho



Amigo pucho, me despido. Cuando aplaste tu cabeza contra el cenicero serás el último de todos los que hayan pasado por mis dedos, tendrás ese previlegio y puedes vanagloriarte de esto en el basural.

Si se fijan bien en la foto de mi perfil verán que tengo un cigarro en la mano. Bueno, pues esa foto, desde ayer, es del recuerdo. He dejado de fumar, uno de los buenos placeres de la vida ya no es para mí. Y no es que mi instinto de autodestrucción (que todos los fumadores tienen) se haya acabado, de hecho no es el miedo al cáncer, o a los infartos, sino el miedo a la impotencia, no estoy dispuesto a arriesgar ni un 1 por ciento por un par de puchos. Además saqué la cuenta y al año gasto como ¡200 lucas en cigarros!! si es que no más ...estar pagando por morir... mejor me muero gratis con el smog natural de Santiago. Y también es por terquedad. El año pasado, cuando se comenzó a fraguar la ley antitabacos prometí que cuando se promulgara dejaría de fumar. Y ya la ley que prohibe, entre otras cosas, fumar en lugares públicos, vender cigarrillos a menos de 100 metros de un colegio y toda publicidad de tabacos, ha salido del congreso y está en manos de la presidenta, o sea su promulgación es cosa de horas, así que tendré que cumplir. Que la ley sea buena o mala me da lo mismo, yo dejo de fumar por mí, y sólo me aprovecho del momento, ya que el que se restrinjan las areas, que el cigarro sea de difícil acceso y que ya no haya publicidad es una ayuda para no caer. Ahora sólo me queda medir mi voluntad.

pd. Lo siento Paje, ahora ¿a quién le vas a bolsear puchos?

lunes, marzo 06, 2006

Lo útil del verano




La soledad en la playa es exquisitamente abrumadora. Mientras espero a mis amigos, que llegan mañana, tengo toda la casa para mí. La casa que he visitado año a año desde que nací, donde no existe un rincón que no conozca de memoria, donde los únicos fantasmas son mis propios fantasmas. Decido no bajar a la playa, no tengo ganas de sociabilizar y se está muy bien en la terraza. Abro una cerveza, enciendo un cigarrillo y me siento a mirar el mar. Quiero escuchar música (recuerden que la olvidé en Santiago), había logrado rescatar algunos viejos casettes de mi casa: Ok computer, King Crimson, 5º sinfonía de Beethoven, la banda sonora de Shine, y un cd de Buena Vista Social Club que me regaló una amiga. Opté por los viejos cubanos. Aspiré el humo con fuerza y decidí (en lo que duró el humo en mis pulmones) todo lo que tenía que decidir en ese momento.
Me sentí bien, liviano, liberado por fin, después de un año, de un peso que guardaba en lo más profundo del alma. Entonces me levanté, sonreí desde el corazón, subí la música y practiqué unos pasos de baile mientras iba por otra cerveza.
Me encontró la noche sentado en la terraza, sigo un impulso y me lanzo escaleras abajo, llego a la playa y me detengo hipnotizado frente al mar, me siento en la arena a ver el mar y las estrellas.
Hay decisiones que liberan el alma, que siempre estuvieron ahí, listas para salir, pero el miedo a radicalizar ciertas cosas no las dejaba. Ahora sé que este año me sonríe, presiento que algo bueno se viene. De mil caminos elegí uno, me decidí por uno que abre un abanico de miles de nuevos caminos que aun no conozco. Empieza marzo y es agradable recomenzar limpio.