Todo está lejos. Todo es una copia, de una copia, de una copia.

martes, agosto 16, 2005

El eterno resplandor de una mente sin recuerdos


Tal vez todos en un momento hemos pensado que la vida sería mucho más fácil si pudiéramos borrar todos esos recuerdos dolorosos que nos hacen sufrir. Si fuera posible borrar a alguna persona por completo de tu vida, borrar a ese ser amado que se fue, y cuyo recuerdo permanece presente tanto en tu mente como en los más mínimos detalles de tu vida cotidiana. Pero, ¿cuán válido es aquello?, ¿estará realmente ahí la solución? Yo creo que no, que olvidar es no superar las cosas, es un escape tan imposible como cobarde. Al final los buenos recuerdos, que siempre los hay, son los que te ayudan a vivir. El saber que una persona te amó y que sigue presente en ti te ayuda a creer un poco más en el mundo, en que no todo es tan malo si la vida te permitió, aunque sea por un momento, abrazar la felicidad.
En “El eterno resplandor de una mente sin recuerdos” se plantea esta misma problemática. Ahí Joel Barish, interpretado por un soberbio Jim Carrey, intenta borrar para siempre de su vida a Clementine (la exquisita Kate Winslet) su pareja y que, al darse cuenta de que ya no lo amaba lo borró a su vez. Pero, ¿cómo lo borró?, en la película existe una empresa al mando de un neurólogo que ofrece como servicio borrar todos aquellos recuerdos de la vida que nos plazcan. Para ello intervienen la mente del individuo, detectan sus recuerdos y los borran en una noche, al tiempo que hacen desaparecer todas las cosas que pudieran traerlos de vuelta. Así, al día siguiente, esos recuerdos que atormentan ya no están. Joel se entera que Clementine lo ha borrado de su vida y entonces decide aplicar el mismo procedimiento en sí mismo. No cuento más para que la vean.
La película narra la historia a través de los recuerdos de Joel intercalándolos con la vida real, lo cual en un comienzo se hace bastante enredado (tuve que poner el comienzo de la película varias veces para entender), pues con ello el tiempo se rompe completamente. Pero todo este collage de imágenes a medida que avanza la historia se van conformando en un todo que revela un guión genial como pocos (Charlie Kaufman, Being John Malkovich), y al final, enredos más, enredos menos, siempre terminamos por conocer el centro de la historia y la verdadera luz de ésta.