Todo está lejos. Todo es una copia, de una copia, de una copia.

jueves, octubre 06, 2005

¿Cuánto falta para el transantiago?


Son las 8:30,
- A ver el "paze"- se lo acerco a la nariz al micrero al tiempo que le paso las monedas.
- Estas no me sirven- mira con desprecio las 4 monedas de a 5 que le pasé.
- No tengo más, igual es plata- se acaba el rojo y el maricón acelera a fondo, por supuesto caigo sentado encima de una vieja.
- Córrete pal pasillo no más.
- ¡Choco panda, choco fru, super yiro, mustan!- no hay como pasar con este loco atravesado.
El pasillo de la micro huele a zobaco. ¿Cómo cresta hay gente transpirada a esta hora? Todos nos apretujamos para evitar que las aceleradas y frenadas del indecente del volante no deje el desparramo de gente. Una esquina a toda velocidad y termino sentado en una mina que debe ir a la U, no todo es tan malo.
- Sorry, pero este imbécil cree que maneja un camión de chanchos.
- No importa.
Deberíamos revelarnos, pienso, deberíamos obligarlo a manejar como la gente, deberíamos quemar la micro, amarrarlo y ponerlo en el pasillo y manejar como él maneja pa que se saque la chucha contra los asientos. Un imbécil me pone un codazo, mi furia crece cuando veo que ya son las nueve y todavía falta mucho.
- Ocho detrás de la 611 y bla bla bla- nunca entiendo lo que dicen estos locos.
Avanzamos una cuadra más y de repente la micro comienza a perder velocidad y a sonar como chancha pariendo. Bruuuuummmm. Humo. Olor a aceite quemado. El micrero se baja recitando chuchadas. Abre la micro. Vuelve a entrar chorreando sudor y colorado.
-¡Nos quedamos en pana, vayan bajando con los boletos pa que les pase la plata. Entre los miles de boletos que por algun motivo guardo en mi billetera escojo uno.
- Ese no es, no es la numeración- Y se fijó el maricón. Así que se los paso todos.
- Ninguno de estos es.
- Son todos los que tengo, alguno tiene que ser- Los revisa con cuidado, total no tiene nada que hacer.
- Ninguno, si quieres revisa tú- veo la 429 por la ventanilla, para un poco más allá. Las 9:30, me bajo corriendo y la tomo, cuando el micrero me pasa el boleto lo meto al bolsillo y encuentro el otro. Y el imbécil esperanzado aún cree en el transantiago, los mismos hueones vestidos de aviadores. Así me gusta empezar el día.

1 Comments:

Blogger EP said...

juajua maurix...!!!
casi exploto de la risa...

ahora tomare una precaucion..no leere mas tu blog desde la pega!

saluos!

11:13 p. m., octubre 06, 2005

 

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