Vacío

El calor es aplastante. Se palpa el sudor de las sienes y piensa que se derrite tal como el Chocolito que baña sus dedos con chocolate. Termina el helado y se limpia con el pasto. "No es una buena hora" piensa mientras observa como la gente camina atontada por el sol. "Por lo menos tengo este árbol" dice entre dientes mirando con desconfianza las pocas ramas sobre su cabeza.
- Hola, me atrasé un poco- tenía la perfecta sonrisa de siempre, pero él ya no se dejaba engañar por esos trucos, veía la sombra que oscurecía su rostro más de lo que el árbol permitía.
- No importa, acabo de llegar- mintió.
- Bueno, ¿vamos?
Se levantó con dificultad, se acercó para saludarla optando por el siempre adecuado beso en la mejilla. Caminaron por el parque, compraron bebidas y se sentaron bajo un árbol que parecía frondoso, ella hablaba por hablar, por rellenar el espacio, él la escuchaba simulando interés. Ella hablaba de su carrera, de los problemas con sus viejos, de su pega, etc.
La escuchaba despotricar, más por elegancia que por convicción, contra el consumismo y la sociedad individualista mientras pensaba en las veces que la había visto gastar cien lucas en cds, o en su closet lleno de ropa, usada, pero ropa al fin, o en como había prejuzgado a todos sus amigos tildándolos de borrachos inadaptados "incapaces de jugársela de verdad por algo" había dicho con tono de superioridad, jaja, como si ella alguna vez hubiera hecho algo realmente importante. Después ella le habló de su "estoy muy convencida que no existe" ateísmo, pero él recordaba que un día no lo acompañó a carretear porque su vieja quería que la acompañara a la vigilia del Padre Hurtado. Después le habló de Glaubert Rocha, jajaja, lo mismo que él había leido en una revista "alternativadedistribucióngratuita". Él la escuchaba y la miraba incrédulo, definitivamente en dos meses pasan muchas cosas, antes le encantaba conversar con ella, ahora la encontraba patética.
- ¿Vamos al cine?- dijo de la nada "Ahí vas a tener que quedarte callada" pensó en seguida.
- Bueno, quiero ir a ver Capote- respondió con indiferencia. "No me toma en serio ¿qué hago perdiendo mi tiempo con este loser?" pensó ella.
"Este hueón cree que soy una inconsistente, me escucha con cara de atención mientras se caga de la risa de mí. Apuesto que cuando le hablé del consumismo estaba pensado en lo que gasto en cds y ropa, no entiende nada. Le gusta pararse en su papel de inadaptado y no hacer nada por nada. Hace un año que salimos y nos acostamos, pero jamás ha tenido una palabra de cariño para mí. Y ahora, después de no vernos dos meses me saluda con un beso en la mejilla el muy maricón" Todo esto y mucho más pensaba ella mientras veían la película. Entonces, sin decir nada, lo miró con odio y él le sonrió con sorna. "Permiso, me voy" masculló ella entre dientes. Él sólo levantó los hombros.
Salió del cine y tomó el primer taxi, lloraba de rabia mientras se internaba en el vacío. Lo amaba.
Cuando él salió del cine se encontró una calle vacía "esta mina nunca entendió nada" pensó. Caminó sin rumbo un rato, era de noche, pero hacía más calor que en la tarde, estaba seriamente podrido, abrumado por las cirscunstancias, sin saber por qué tomó su celular y la llamó. Pero tenía, otra vez, el vacío delante de sí.